Reserva tu sesión de acompañamiento psicosocial.
“Las fotografías que tomamos no solo dicen algo del mundo: dicen algo de nosotros.”
— JUDY WEISER, PhotoTherapy Techniques (1993)
La imagen fotográfica puede funcionar como una pantalla simbólica de proyección. Ya sea una foto tomada, encontrada o seleccionada, siempre hay en ella una parte que refleja elementos psíquicos del sujeto: estados afectivos, narrativas personales, memorias desplazadas.
En el campo de la fototerapia, Judy Weiser (desde los años 90 hasta la actualidad) ha sistematizado el uso de la fotografía como herramienta para acceder a contenidos emocionales no verbalizados. Las imágenes sirven como disparadores simbólicos, facilitando el acceso a experiencias difíciles de nombrar.
Esta dimensión proyectiva convierte a la fotografía en un espacio terapéutico por sí mismo: mirar una imagen (propia o ajena) y explorar lo que evoca permite dar lugar a material inconsciente sin necesidad de exponerlo directamente. La imagen protege, desplaza y al mismo tiempo revela.